A Pacheta lo que es de Pacheta. Ese es el resumen de los dos últimos meses de competición del Real Oviedo. 9 partidos sin conocer la derrota, 7 victorias y 2 empates, son crédito suficiente para seguir creyendo.
Pero el inicio no fue fácil. Los jugadores tardaron en adaptarse a una filosofía que reza ‘morir en el área rival’ . El problema es que en ese inicio de competición de la muerte se pasó al suicidio.
Pese a todo, el César (Pacheta) siguió fiel a su pensamiento. Ni las críticas (incluidas las mías) hicieron temblar al técnico carbayón. Ni si quiera la colección de bajas en defensa o la situación extra deportiva azul…
Hace pocas semanas, un entrenador en activo me decía: «Los futbolistas son como los niños. Si consigues ‘engañarles’ irán contigo hasta el final y cuando la bolita entre se lo empezarán a creer y será difícil pararlos». Esa es quizá la mejor manera de explicar la diferencia entre éste y aquel Oviedo.
Por eso acabo como he empezado. A Pacheta lo que es de Pacheta. Al César lo que es del César.
Es tiempo para creer.
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